“Hablar con jóvenes sobre la vida en una comarca rural asturiana es hablar de acceso a internet, transporte público y calidad de vida”

La Comarca de la Sidra la integran seis municipios asturianos del centro oriente.

Vecinos del área metropolitana asturiana, en la que se concentra la mayor parte de la población, los municipios de Villaviciosa, Nava, Colunga, Bimenes, Sariego y Cabranes conforman un área de gran valor paisajístico y medioambiental. Se encuentran en la media de la renta asturiana por habitante y suman 27.500 residentes, de los cuales en torno al 10% son jóvenes.

El peso poblacional de las personas jóvenes se sigue reduciendo a velocidad vertiginosa. Si bien esto es algo compartido con el resto de Asturias y del Estado, la comparación en nuestro caso se revela llamativa y tiene consecuencias en el peso social y en el peso de la juventud en las decisiones políticas.

Los jóvenes entrevistados coinciden en destacar los problemas de transporte y movilidad como elemento clave de desventaja en su 'ruralidad'.

A menos de una hora del aeropuerto y de las ciudades de Gijón y de Oviedo, donde se encuentra la principal oferta educativa postobligatoria, la red de transporte público no responde a sus necesidades, tampoco en los horarios de ocio.

A la limitada movilidad a la ciudad se suman las dificultades para desplazarse con autonomía dentro de su propio municipio o por la Comarca. Recuperar espacio público para ‘peatones y  bicicletas’ apunta a una emergente preocupación por la movilidad sostenible también entre jóvenes de entornos rurales, ya no exclusiva de grandes ciudades, sin duda un dato a tener muy en cuenta.

Los jóvenes entrevistados perciben como desventaja mayúscula vivir en un entorno sin buen acceso a internet. Aunque ha mejorado con la implantación de la red 4G, cuando una mala red de internet se suma a la anterior falta de movilidad, la ruralidad sí que constituye y se interpreta en clave de problema.

El ocio está en buena medida vinculado al consumo. También el ocio cultural, que se diferencia poco de las preferencias de los jóvenes de las ciudades. Sus principales referencias en este marco son urbanas. El cine, las series, los festivales, los éxitos literarios, se desarrollan en grandes ciudades. Lo destacable es que, a pesar de la fuerza de estos referentes, la valoración de su entorno vital sigue siendo muy alta. Reconocen y valoran la 'calidad de vida' en el medio rural, no les cuesta identificarla como un privilegio, un lugar 'al que volver' en su proyección de la vida adulta.

Los servicios más esenciales parecen bien satisfechos en su entorno: acceso a educación hasta secundaria y bachillerato, atención sanitaria, instalaciones deportivas de calidad. Al contrario de lo que sucedía hace años, no opinan que haya mucho más empleo en las ciudades que en su comarca. Y fían parte de sus opciones reales de emancipación al 'esfuerzo personal'.

Parece, finalmente, indispensable la apuesta por canales comunicativos de más amplio alcance a la hora de acercar a jóvenes y adolescentes que viven en el medio rural información, recursos y oportunidades del ámbito local, regional y europeo.

Por lo demás, contentos, modernos (aunque con un presente y futuro desdibujado por la incertidumbre) y de pueblo.

(En el momento de redactar este artículo, Asturias se encuentra en Fase 3 de la desescalada Covid19.)

Artículo de Ana López-Acevedo, técnica del Servicio de Cultura y Juventud de la Mancomunidad de municipios de la Comarca de la Sidra (Asturias).

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